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miércoles, 24 de diciembre de 2014

Navidad del niño en una Isla del Amazonas

Algunas veces pensamos que la vida es como nosotros lo pensamos a nuestra manera y de que todo gira alrededor nuestro, pero estos últimos meses todo cambio para mí, siempre he sido un escéptico de la navidad, me gustaba como a todo el mundo, comprar regalos y si había plata los más costoso, comprar ropa nueva en fin uno dice para eso trabajo para darse esos pequeños gustos, siempre hemos tenido trabajo y siempre he renegado como la gran mayoría de los trabajadores dependiente que nos pagan poco, bueno ya no pienso igual y les diré porque.

Debemos agradecer primero de tener un trabajo y lo que se gana una bendición de dios siempre va a ser poco si nuestras metas son materiales ganar un sueldo básico es poco para una familia, pero ganar 10 , 15 o 20 sueldos también le va a ser poco a ese afortunado, pero si tus ambiciones va más allá de lo material y te enfocas en una vida espiritual y altruistas, ten por seguro que te va a sobrar el dinero.

Participe este año en 2 chocolatadas uno en la ciudad de Iquitos en un lugar más o menos acomodado en las fotos se aprecian las casas y la forma de vestir de los niños, show con payasos, regalos no tan baratos, panetón y chocolate para todos los presentes, show musical con orquesta en vivo, resguardo policial y los niños divirtiéndose como nunca bailando, jugando, siendo niños y uno dice que bonito y muchos se hacen la promesa de participar, ayudar inclusive financiar la próxima chocolatada es que el corazón quiere explotar de alegría al ver a tantos niños jugando y riendo hasta no más, yo viví esa experiencia, que a pesar de la lluvia no fue impedimento de continuar con esta explosión de alegría, luego de terminado, la mejor recompensa fue ver a niños cansados con sus juguetes en mano, yendo a sus casas.

Después participe en otra chocolatada esta desde el principio presentía que iba a ser un día especial bueno eso de levantar temprano ya te dice que va a ser un día largo, fui a misa (cosa rara en mi) ya que la chocolatada lo organizaba la parroquia La Inmaculada, y después de misa vamos a uno de los ambientes de la iglesia y veo muchas personas organizándose y repartiendo bolsa y bultos y yo caballero a cargar dije y me sentí un poco Papa Noel pues cargaba sacos de regalos y tómanos varias motokar para llevar los regalos, lo biscochos y todo lo que se necesitaba para la chocolatada, abordamos una lancha con todo y nos fuimos a la isla Iquitos donde esta el pueblo de El Progreso a pesar que ya fui anteriormente al sitio la lancha cambio de ruta porque es zona inundable y bueno nos metimos por una zona alagada y con maleza, hizo que el viaje fuera más anecdótico, llegando se mira a los pobladores en especial niños que nos miran escépticos y les decimos que vayan a la capilla que va a ver chocolatada y la inocencia de ellos están grande que te rompe el corazón, uno de ellos me dice “puedo llevar a mi hermanito” yo le digo “claro es para todos los niños” y lo que hizo fue lo mejor que recibí un abrazo espontaneo, inocente y de alegría y fue corriendo descalzo perdiéndose en el monte, después más tarde  lo vi junto con sus hermanitos que creo que tenía 3 años cargando a su otro hermanito que parecía que tenía meses.

Ese día se aprovechó para bautizar y dar la primera comunión a los niños de la isla y bueno como reflexión en la ciudad todos los que se bautizan o reciben su primera comunión están con ropa nueva, vestidos de blanco y con lo mejor que pueden ponerse, pero ver a estos niños algunos con suerte que tuvieron padrinos un poco acomodados tenían ropa nueva otros solo con un polo blanco que la iglesia les da pero la importancia de ese día no solo era de ellos sino de la familia ya que cada niño llegaba con toda su familia y en muchos casos con sus mascotas, que fue lo más divertido, he podido ver que un niño bien vestido y sus padres con su ropa viejita que era lo mejor que tenían la verdad ahí se ve cuanto quieren los padres a sus hijos.
Después vino la chocolatada cocinada con leña y bueno no había panetón pero había biscocho con mantequilla pero ellos ni cuenta se dieron, estaba felices y yo más feliz creo que tome el mejor chocolate de mi vida y mi biscocho parecía el panetón más caro del mundo esta delicioso y llego la hora de repartir regalos y cuando vi los regalos me dio un poco de vergüenza eran regalos baratos esos regalos de a sol y uno que otro buen regalo unos carritos, algunas muñecas y muchas pelotas, pero al ver la cara de los niños entendí el verdadero sentido de la navidad para ellos, iban a recibir regalos nuevos ellos no ven el precio, ellos no saben que está de moda, la niñas piensan que cualquier muñeca es una Barbie, y que las ollitas de plástico les puede servir a sus mama que no tienen donde cocinar, los niños quieren las pelotas para poder jugar en la canchita o su pistola sin sonido ya que ellos hacen los sonidos con su boca, todo está en su imaginación que es muy grande.

Misión cumplida, en todo sentido llevamos alegría a los niños, departimos chocolate y panetón con ellos hasta llenarnos y más que todo le dio un sentido a mi vida y pienso continuar con esto si dios quiere hasta que me muera, buscare y participare en donde me encuentre para recibir este tipo de bendiciones, la de los niños pobres.

Después del evento regresamos y ahí es donde yo digo que los pobres son los seres más ricos del mundo, nos regalaron yuca, guayaba, Camú Camú, etc. para llevar y teníamos que recibir porque era una ofensa para ellos el no aceptarlo, pero quiero contar algo que los pinta de cuerpo entero, estaba con mi bulto de regreso y el sol que quemaba mi compañero aventuras me dice ahí hay una casa con techo hay que ponernos debajo porque ya no aguanto el calor yo le digo claro pero siempre pidiendo permiso y les decimos a un señor que está sentado si podíamos ponernos debajo del techo y me dicen “Si señor pase, quiere un refresquito” y yo dije glup este me está vacilando o bromeando y le digo “Si por favor, a como está el vaso”, me mira me dice “No señor, yo le estoy invitando” y le dice a su mujer que prepare rápido el refresco que estamos con calor y la mujer sale y nos dice “quieren de Camú camu ó cocona” ante tanta gentileza no sabía que elegir y les dijimos la que quiera y mientras esperamos sacaron sillas para sentarnos, y mientras descansamos vivimos como sus hijos jugaban con una pelota que le regalamos, la familia estaba contenta y conversando con el señor nos dice que para ellos era una bendición que estuviéramos en su casa las personas que estaban regalando y era motivo de orgullo para ellos y el pueblo los conocería de ahí en adelante donde llegaron a descansar los que trajeron los regalos.

Creímos que nuestra suerte no podía estar mejor y nos despedimos por que la caminata es larga en eso mi hermana nos llama y dice “vengan a comer nos han invitado una bautizada”, y bueno a comer se ha dicho llegamos a la casa y al verla pude comprender ese viejo dicho “la casa es chica pero la olla es grande” llegamos y todos estaban comiendo sentados donde se puede en cajas en troncos y nos reciben con otro vaso de refresco, bienvenido sea, busco donde sentarme y me dicen siente por acá y me doy cuenta que es una canoa volteada y que lo íbamos a usar de asiento me pareció anecdótico pero era lo mejor para nosotros y nos sirvieron escabeche de pollo que rico para chuparse los dedos y de pronto apareció una botella de cerveza que la dueña de la casa mando a comprar para nosotros pucha yo dije que roche no tienen nada y gastan en nosotros, pero así es el corazón de la gente por ahí y nos dicen que estaban celebrando y era motivo de fiesta y si estamos ahí mejor, tómanos la cerveza y se pusieron a bailar ahí tengo unos vídeos y fotos que los guardare como mis posiciones más valiosas.
De regreso a mi casa tuve sentimientos encontrados, sentí cierta pena por dejar el sitio y también alegría por la labor realizada, llegue a mi casa muy cansado pero creo que de mucho tiempo dormí como un bebe, feliz y sin preocupaciones.

Siempre me he considerado ateo o poco creyente y la verdad no ha cambiado mucho mi forma de pensar, pero lo que sí ha hecho estas fiestas en mi persona es saber que no hay mejor risa que la de los niños, mayor alegría que de las personas agradecidas y mayor orgullo en sentirse reconocidos, de que ser pobre no significa ser menos tal vez ellos tengan la mayor riqueza que es tener una familia